POR TU BIEN Y EL DE LA HUMANIDAD, ESTE VERANO DALE UN CHANCE AL SURF

El surf puede darte mucho más de lo que piensas. Cualquiera que se haya lanzado alguna vez a cabalgar una ola sabe que el surfing no es sólo una técnica, sino que hay algo más, un trasfondo con un significado detrás con una cultura y una forma de vida diferente que se vive día y noche, encima y debajo de la tabla.

De ahí a decir que el surf puede mejorar al mundo hay un paso grande. Sobre todo, sabiendo que no son todas buenas las costumbres que rondan el mundillo surfero. Con más de 15 años de experiencia dentro del sector, Zach Weisberg escribió un artículo para The Huffington Post que nos ha parecido bueno traducir y comentar: 10 razones por las que el surf mejora la humanidad (o al menos tiene el potencial para hacerlo).

  1. Te vas a preocupar por el planeta porque lo vas a conocer mejor.
    ¿Cuándo fue la última vez que tu vida giró en torno al clima? ¿Y la última vez que recitaste, con información actualizada al minuto, la hora del amanecer, atardecer, la marea alta o baja? Seguro que hace muy poco… Por más desinteresado que uno pueda imaginar al surfer promedio, hay muchas variables que contribuyen a la ola perfecta y todos estos tienen sus raíces en el flujo y reflujo de la Tierra. La restauración de una íntima conexión entre el comportamiento humano y el mundo natural no puede hacer menos que mejorar nuestras mentes obsesionadas con las Google Glass o el último iPhone.
  2. Vas a ser más feliz.
    El sol es bueno. Realmente bueno. ¿Sabías que unos 18 millones de estadounidenses sufren de depresión estacional en parte por no recibir suficiente sol en su cuerpo? Y eso sin ni siquiera mencionar que son pálidos. Obviamente, también el sol tiene sus peligros: 3,5 millones de casos de cáncer de piel se diagnostican al año en EE.UU. Pero, si te proteges bien, estate seguro de que vas a ser más feliz, más bronceado y un poquito más atractivo de lo que solías ser.
  3. Vas a ser más saludable.
    Al margen de estar más bronceado y curtido, tu cuerpo va a cosechar los beneficios de un estilo de vida muy activo. Todo ese esfuerzo de quemar calorías que usualmente harías en un gimnasio sofocante, podés hacerlo también flotando sobre el mar en el amanecer o atardecer. ¡Punto para el surf!
  4. Vas a ser más flexible.
    En sentido literal y figurado. En el surf, el campo de juego cambia constantemente. Desde el viento hasta el clima o la marea, las condiciones están en constante movimiento. Tu éxito depende enteramente de tu capacidad de adaptarte a tu entorno. ¡Igual qu en la vida!
  5. Te va a enfermar la contaminación.
    No en un sentido figurado, a lo Greenpeace. Literalmente. Por ejemplo, si surfeas después de la que lleva en el sur de California, tienes muchas papeletas de ponerte enfermo. Fiebre, dolor de barriga, sarpullidos, hepatitis… Estos son algunos de los posibles resultados del contacto con las corrientes del sistema de drenaje público. Como resultado de esto, la próxima vez seguro que te lo piensas dos veces antes de tirar basura. Más que nada porque, al final, todo eso termina en el océano.
  6. Vas a ser humillado.
    Pongámonos en esta perspectiva. Como individuos, constantemente perdemos la capacidad de contextualizar nuestro lugar en el planeta. En el océano eso no es un problema. En el momento en el que te enfrentas a una pared gigante de energía del océano rompiendo en sobre tu cabeza, esa auto-consciencia se desintegra. Somos pequeños y él se va a encargar de recordárnoslo.
  7. Vas a aprender lo que es una comunidad.
    Pocas comunidades se autoregulan tan exitosamente como la del surf. Con el paso del tiempo, se desarrollaron reglas implícitas, no escritas en ningún lado, que permiten a todos venir a correr olas con seguridad e igualdad. Seguro que va a haber pequeños restos de localismo poco amistoso en algunos lugares, pero en general, si un surfer muestra respeto y un sincero esfuerzo por seguir los códigos, va a recibir respeto a cambio.
  8. Te vas a volver más paciente.
    No puedes pedirle olas perfectas al ‘Genio de la Lámpara’. No se puede aprender a surfear en una semana (o en realidad ni siquiera en un año). Las dos cosas requieren su tiempo y están fuera de tu control. Esa disposición para aceptar las cosas que no puedes cambiar va a salpicar también en los demás aspectos de tu vida.
  9. Vas a lograr una nueva apreciación de la espiritualidad.
    Analizá este pensamiento del músico y surfer Jim White, sacada de su libro “West of Jesus” (una novela de Steven Kotler sobre el surf, la ciencia, y la espiritualidad): “Coges una ola en la cúspide de su vida, en el momento en el que empieza a cumplir su destino final, y el viaje termina cuando esa ola ha cumplido con ese destino. Lo que está pasando en realidad cuando surfeas es una especie de danza de la muerte compartida”.
  10. Vas a hacer amigos inesperados.
    Lo creas o no, hay lugares en Gaza en donde los israelíes y los palestinos surfean juntos. Comparten olas. Se ríen. Dejan de lado siglos de diferencias religiosas escritas con sangre con el fin de surfear. “El surf es como un ecualizador” dijo Tony Corley, presidente de la Asociación de Surf Negro.

Photos by Paul Larkin  / Teddy Kelley / Linus Nylund / Alex Wigan

De Álvaro Fernández LoskySurf Huelva