Amar a un surfista

Ayer leí algo en facebook que me gustó. Algo creativo a la vez que bonito. Pensé que merecía la pena publicarlo en el blog.

 

¿Así que quieres salir con un surfista?

Chicas, dejadme contaros algunas cosas, antes de enamoraros de un surfista. Antes de que os sumerjáis en el mundo de los hombres con branquias, amantes de las olas, del mar, del sol.

Vosotras los veis pasar con un maravilloso bronceado en verano y con marcas raras en cuello y tobillos en invierno. Sus cuerpos se ven naturales, atléticos. Se comportan como peces en el agua, demostrando valentía ante tubos y grandes ‘series’. Esto sin mencionar su estilo de vida. Amantes de la naturaleza, viajeros que siempre están dispuestos para una nueva aventura o un nuevo surf spot. Fanáticos de la vida despreocupada. ¿Quién no puede sentirse atraída por ellos? Si te has enamorado de unos de estos especímenes marinos debo recomendarte algo. PACIENCIA.

El surf es su prioridad. Tu relación se dividirá entre tú y el mar. Un 40% tu y un 60% el mar. Si te sientes bien con eso. Adelante. No debes esperar citas nocturnas, si el día siguiente hay un buen swell en camino, su atención se centrara en eso, se acostara temprano. No te debe de importar despertar sola, ya que bien temprano se habrá levantado para disfrutar de su maravilloso deporte. Su tabla será su mejor amiga, su confidente, a la que le contará sus penas.Incluso puede que te lo encuentres dándole cera encima de tu cama.

Espero que te encante el agua, ya que pasaras largas mañanas y bonitas tardes en la playa. Si no está surfeando, estará nadando, buceando, o realizando alguna actividad relacionada con el océano. Si tienen la mala suerte de ser surfista en el mediterráneo, te costara aguantar su ansiedad y su «mono» de surfear. Cuando entre una buena sesión de surf, no le verás el pelo en 4 a 7 horas, descansara 20 minutos para comer algo y volverá al agua. Te quedarás en la orilla, anocheciendo, y pensarás «¿Le habrá pasado algo?» y entonces le veras salir del agua con la sonrisa más grande que hayas visto nunca. Cuando le preguntes por que ha tardado tanto en salir te dirá: «¿a qué te refieres? Aun quedan olas que surfear».

¿Te gusta hacer fotos? Si la respuesta es sí, mejor. Ya que vas a hacer muchas de tu novio en el agua. Viajaras a lugares increíbles, que nunca sospechaste que podrían existir. Recorrerás islas durante horas en moto. Tu bronceado será admirado. Aprenderás un nuevo idioma: el surfling. Palabras como, swell, onshore, offshore, tail, invento, floater, glassy, goofy, regular, pared, quiver, secret spot, cera, y un largo etc… Te conocerás todas las olas de clase mundial y verás un montón de videos de surf. Te harás fotos con surfistas profesionales.

Gringo


Y nos queda el «factor peligro». Surfear no es fácil. Es muy difícil. Puede que te encuentres ante cortes de reef, quillazos, tablazos y otros peligros, tiburones, medusas, etc… Tienes que tener claro, que los días de olas enormes, el mar ruge con gran intensidad, quedarte en la orilla mirando cómo les engulle la corriente no es plato de buen gusto.

Pero sabéis, también tiene una parte increible. Son seres extraordinarios, relajados, apasionados, decididos, valientes, entretenidos, divertidos, viajeros. Su vida gira en torno a su pasión, su trabajo, sus amigos y es muy sencillo ser feliz a su lado.

Asi que si te has enamorado de un humano con branquias, aprende sobre primeros auxilios, comprate un kindle y una cámara réflex. No olvides tener paciencia. Aprende a surfear. Debes darle gracias a Dios por el regalo tan fascinante que te ha dado.

Fuente: Facebook Nuria Macias

 

De Álvaro Fernández LoskySurf Huelva Surf